4/8/2019 0 Comentarios 40
Tenemos esa obsesión por los números cerrados. Pocos festejan los 23 o los 77; tendemos a esperar por aquel que completa la decena. Me acerco a ese momento y en algo más de un mes tendré que marcar aquella transición, señalar que di el salto a esa otra fase. ¿Qué implica? ¿Qué trae?
Mi memoria es musical, por lo tanto lo primero que se me vino a la mente fue Adriana Varela cantando "Las Cuarenta"…y es cierto, habla de un hombre mucho mayor, que reflexiona sobre la vida quizás al final de sus años. Pero al borde de mi transición, por momentos me siento impelido a decir que "…sé del beso que se compra, sé del beso que se da… …La vez que quise ser bueno en la cara se me rieron; Cuando grité una injusticia, la fuerza me hizo callar; La experiencia fue mi amante; el desengaño, mi amigo... Toda carta tiene contra y toda contra se da!" Y he escuchado cien, mil veces la canción. He buscado identificarla con el camino que he realizado, pues finalmente cuarenta no son muchos, pero son suficientes para sentir este tango.
Este quizás ha sido el año más difícil de mi vida, y aunque no entro en confesiones aqui, más de una vez me sentí tentado de asumir "Las cuarenta" como el himno de este año en que me encamino al dichoso número. Durante unas semanas entró en la lista, tentativamente. Efectivamente, en más de una ocasión sentí que
"Hoy no creo ni en mí mismo... Todo es grupo, todo es falso, Y aquél, el que está más alto, es igual a los demás...". Y los días han pasado. Muchas cosas me han señalado el cinismo y la dureza como la forma de abordar el nuevo año, el nuevo periodo. La tentación de dejar esa canción allí ha sido grande. He sentido correr el riesgo "de que [me] bauticen gil!". Ceder al cinismo, sin embargo, es ceder a la noción de que la humanidad no tiene esperanza. Es negarse a la magia de este día. Un perfecto domingo en el que el jazz sonaba a todo volumen, el desayuno era perfecto, y desde mi balcón sentí el sol mientras dos gatos retozaban perezosos y espléndidos a mi lado, desentendidos del mundo, viviendo solo ese momento. Cierro los ojos y estoy allí, y ese bienestar es el que busco encarnar. No quiero andar con "la mirada turbia y fria". Así, no serán "Las Cuarenta". Este año no cederé al cinismo y la desesperanza. Y sin pretender sonar a libro de autoayuda, hoy, al final del domingo perfecto, pienso que hay bastante más camino por delante. En un punto de la mañana sonaba esta canción. Me detuve, la escuche por un rato, y me dejé llevar por su sentido, y sonreí. Hoy unas horas después, desde el mismo balcón, pienso (le dejo el canto al gran Nat King Cole) sonreír e incorporar esta canción como la número 40: "Smile though your heart is aching Smile even though it's breaking When there are clouds in the sky, you'll get by If you smile through your fear and sorrow Smile and maybe tomorrow You'll see the sun come shining through for you"
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22/6/2017 0 Comentarios Reiniciar la búsqueda
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